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Sistema inmune en los tiempos modernos – posterior al 2020

Los hongos también pueden ser muy beneficiosos para la salud y el sistema inmune

En estos últimos días, a raíz del Coronavirus,  se habla mucho sobre la importancia de mantener un sistema inmune fortalecido.  Pero al preguntar a la población en general sobre este tema, o al ver en videos o noticias las prioridades de las personas, en sus compras para las posibles cuarentenas,  podemos concluir que la gran mayoría desconoce totalmente sobre el sistema inmune y su importancia.

Pero, antes de abordar el por qué es importante y de gran ayuda tener unas defensas altas, ante este virus y en general para nuestro bienestar general diario, empecemos por definir conceptos claves.

Qué es el sistema inmune

A grandes rasgos, podemos definir el sistema inmunológico como un compuesto de órganos, tejidos, proteínas y células, que nos defiende contra cualquier organismo infeccioso o agente invasor. A partir de una respuesta inmunitaria, el sistema inmunológico ataca organismos y sustancias que invaden el cuerpo y provocan enfermedades.

Una de las células que conforman este sistema son los glóbulos blancos o leucocitos, éstos se producen y se almacenan en diferentes partes del cuerpo como la médula ósea, el bazo o el timo (órganos linfoides). También hay masas de tejido linfoide,  en forma de ganglios principalmente, que contienen glóbulos blancos.

Existen dos tipos  de células de leucocitos. Los fagocitos que devoran a los organismos invasores, y los linfocitos que permite que el cuerpo recuerde y reconozca invasores anteriores y le recuerdan al cuerpo como destruirlos.

Como todos sabemos el COVID-19,  es una enfermedad infecciosa, causada por un virus que atenta contra nuestro cuerpo,  y es ahí donde necesitamos de un sistema inmune fuerte para que los leucocitos hagan su trabajo y destruyan la infección. 

Qué factores afectan el sistema inmune

Pero nuestro sistema inmunológico no siempre se encuentra en su mejor estado, y esto debe a múltiples factores que perjudican su buen funcionamiento. Uno de estos factores es la contaminación, se ha comprobado que la exposición al aire contaminado disminuye la función de las células encargadas de frenar la reacción del sistema inmunitario frente a agentes no patógenos en el cuerpo. 

Otro factor que altera el buen funcionamiento del sistema inmunitario es la acumulación de toxinas, provenientes del  consumo excesivo de tabaco, alcohol y una gran parte de alimentos que consumimos a diario que se encuentran repletos de químicos.  

Además de comer alimentos que contienen tóxicos para nuestro cuerpo, la alimentación es muy baja en nutrientes. En nuestro afán del día a día,  solemos comer cualquier plato de comida, que nos llene, más no que nos nutra, dejando de lado asi vitaminas, hierro y minerales indispensables para nuestro cuerpo, perjudicando nuestras defensas y debilitando el sistema inmunitario. 

Y existe otro factor de suma importancia y que generalmente, no le damos importancia, por considerar que no tiene relación con nuestra salud humana: nuestras emociones. Sentimientos como el miedo, la depresión, la ira, el  estrés, la ansiedad o un estado emocional negativo, debilita las defensas de nuestro organismo, aumentando la susceptibilidad a enfermedades inflamatorias e infecciones.

Como mejorar mi sistema inmune

Entonces cómo logró tener un sistema inmune sano, que permita su buen funcionamiento, ante un virus que parece estar en todas partes? Principalmente evitando el factor que permite la entrada de cualquier enfermedad: EL MIEDO,  que desencadena un sinfín de emociones negativas.

Mantener un estado de amor,  confianza, seguridad y tranquilidad, es el mejor antídoto ante cualquier situación y enfermedad que se nos presente, debido a que  no solo nos permite tener un sistema inmune fuerte, sino que además, nos permite una claridad en el actuar y el prevenir, porque si tengo un sentimiento positivo hacia mi mismo y hacia los demás, puedo saber que medidas y comportamientos debo tener para mi propio bienestar, y el de los demás.

Ya teniendo claro que quiero lo mejor para mí y para los que me rodean, puedo tomar decisiones importantes como en el tema de la alimentación. La frutas y verduras son los principales benefactores de nuestra salud, dado sus grandes aportes en vitaminas y minerales. De igual modo, alimentos como granos, frutos secos, los hongos y algunas carnes, nos proporcionan los nutrientes necesarios para fortalecer nuestro sistema inmunológico. 

Las harinas blancas, los dulces, el azúcar, comida chatarra, alimentos procesados y enlatados,  debilita nuestro cuerpo, permitiendo la entrada de enfermedades. De igual manera, y para controversia de muchos,  los lácteos que ingerimos el día de hoy, están llenos de químicos, pus y otros contaminantes que afectan nuestro cuerpo, además de aumentar la mucosidad, factor de alto riesgo en una enfermedad respiratoria como el COVID-19.

Un estilo de vida saludable, una mente positiva y mantener una dieta equilibrada en alimentos frescos y ricos en vitaminas y minerales, son las mejores opciones  para mantenernos sanos y fuertes.

Las partes individuales que componen el sistema inmunitario

La inmunidad innata y la inmunidad adaptativa son las dos formas principales de inmunidad que componen el sistema inmunitario humano. Ambos tipos contribuyen a la defensa del organismo frente a infecciones potencialmente peligrosas y otras sustancias externas trabajando conjuntamente.

A. Inmunidad inherente al cuerpo

La inmunidad innata del organismo constituye la primera línea de defensa contra los agentes infecciosos. Este tipo de inmunidad no se dirige a un patógeno concreto y está constantemente activa en el organismo. Comprende barreras físicas y químicas que impiden que las infecciones entren en el organismo y mecanismos defensivos no específicos que eliminan los agentes patógenos una vez que han entrado en el cuerpo. Estas barreras son las que impiden que los agentes patógenos entren en el organismo.

Barreras de naturaleza física y química

La epidermis, las mucosas y las enzimas digestivas son ejemplos de las diversas barreras físicas y químicas que contribuyen a la inmunidad innata del organismo. Las membranas mucosas crean mucosidad que actúa como una trampa para las infecciones e impide que entren en el organismo, mientras que la piel actúa como una barrera física que impide que los agentes patógenos entren en el organismo. Los patógenos pueden detenerse en parte gracias a enzimas digestivas como la lisozima y otras.

Mecanismos de defensa no específicos

La fiebre, la fagocitosis y la respuesta inflamatoria son ejemplos de mecanismos defensivos inespecíficos que forman parte del sistema inmunitario innato del organismo. La producción de señales químicas en el lugar de una infección es una parte importante de la respuesta inflamatoria, que también atrae glóbulos blancos a la zona. El aumento de la temperatura central que caracteriza a la fiebre se asocia con la capacidad de inhibir la expansión de las infecciones y dificultar su reproducción. La fagocitosis es el proceso por el que los glóbulos blancos ingieren y eliminan las infecciones. Estas células lo hacen engullendo a los patógenos en su citoplasma.

B. Una inmunidad adaptativa

La inmunidad adaptativa del organismo es un tipo de inmunidad altamente especializada que se establece a lo largo de la vida. Es capaz de identificar determinados agentes infecciosos y lanzar una respuesta adaptada para erradicarlos. Las células B, las células T y los anticuerpos son los componentes del sistema inmunitario adaptativo.

Células B

Los glóbulos blancos conocidos como células B son responsables de la producción y secreción de anticuerpos. Los anticuerpos son proteínas que neutralizan los gérmenes centrándose específicamente en ellos y destruyéndolos. Los linfocitos B tienen la capacidad de identificar un único patógeno y fabricar anticuerpos exclusivos para ese patógeno. Los linfocitos B también pueden producir anticuerpos específicos para muchos patógenos.

Células T

Las células T son otro tipo de glóbulos blancos que participan en la respuesta inmunitaria adaptativa y desempeñan un papel esencial en el proceso. Son capaces de identificar y eliminar células contaminadas, además de producir citocinas que controlan la respuesta inmunitaria.

Anticuerpos

Los anticuerpos son un tipo de proteína producida por los linfocitos B del sistema inmunitario en respuesta a una infección concreta. Tienen la capacidad de adherirse a la superficie de las infecciones y neutralizarlas, lo que impide que los patógenos causen daño alguno al huésped.

III. Mecanismos y procesos de la respuesta inmunitaria

El sistema inmunitario está dotado de diversos mecanismos que le permiten identificar los agentes infecciosos y reaccionar ante ellos. Una de estas estrategias es el reconocimiento de antígenos. Otras estrategias son activar el sistema inmunitario, utilizar mecanismos efectores, recordar cosas y vigilar el sistema inmunitario.

A. El reconocimiento de los antígenos

Los antígenos son estructuras moleculares distintivas que se encuentran en la superficie de los patógenos y permiten al sistema inmunitario identificarlos. Los patógenos pueden ser identificados por el sistema inmunitario. El sistema inmunitario adaptativo tiene la capacidad de identificar determinados antígenos y, a continuación, crear una respuesta adaptada con el fin de eliminar el agente nocivo.

B. El inicio de las respuestas del sistema inmunitario

Cuando se identifica un agente potencialmente nocivo, el sistema inmunitario se estimula y comienza a montar una defensa. En este proceso de activación, se fabrican sustancias químicas que indican a las células del sistema inmunitario que se despierten y envíen glóbulos blancos al lugar de la infección.

C. Mecanismos de los efectores

Los métodos por los que el sistema inmunitario elimina los microorganismos dañinos se denominan mecanismos efectores del sistema inmunitario. Algunos de estos procesos de defensa inmunitaria son la fagocitosis, la producción de anticuerpos y la eliminación de las células infectadas por las células T.

La memoria y la vigilancia inmunológica son los temas de esta sección.

El sistema inmunitario es capaz de “recordar” un virus incluso después de haberlo eliminado con éxito del organismo. Gracias a esta memoria, el sistema inmunitario es capaz de reaccionar con mayor rapidez y eficacia ante infecciones posteriores causadas por el mismo patógeno. A través de la vigilancia inmunológica, el sistema inmunitario también es capaz de comprobar la presencia de nuevas infecciones en el organismo. Esta vigilancia continua ayuda a garantizar que el organismo esté protegido frente a nuevas infecciones y proporciona al sistema inmunitario la capacidad de reaccionar rápida y eficazmente en caso de que surja una nueva infección.

4. Enfermedades que afectan al sistema inmunitario

Es posible que el sistema inmunitario funcione mal, lo que puede dar lugar a enfermedades o trastornos. Existen tres tipos principales de enfermedades del sistema inmunitario: enfermedades autoinmunitarias, enfermedades causadas por una falta de inmunidad y reacciones alérgicas.

A. Trastornos autoinmunes

Las enfermedades autoinmunes se deben a que el sistema inmunitario ataca los tejidos del propio organismo cuando debería estar atacando a invasores externos. Ejemplos de enfermedades autoinmunes son la artritis reumatoide, el lupus y la esclerosis múltiple.

B. Trastornos por inmunodeficiencia

Las enfermedades por inmunodeficiencia se manifiestan cuando el sistema inmunitario del organismo es incapaz de reaccionar adecuadamente ante las infecciones. Esto puede deberse a un defecto en los genes o a enfermedades que se adquieren con el tiempo, como el VIH/SIDA.

C. Alergias

En pocas palabras, las alergias se caracterizan por una reacción exagerada del sistema inmunitario ante cosas que normalmente no suponen una amenaza, como el polen o determinados alimentos. Algunos de los síntomas que pueden causar las alergias son picor, hinchazón y dificultades respiratorias.

I. Visión general de las setas y sus efectos sobre el sistema inmunitario

Una de las líneas de protección más importantes que tiene el organismo contra la enfermedad es el sistema inmunitario. Ayuda a detectar y eliminar microorganismos peligrosos y a prevenir enfermedades. Las setas son uno de los alimentos que más atención han suscitado recientemente por sus posibles propiedades inmunoestimulantes. Aunque existen numerosos métodos para mejorar el sistema inmunitario, las setas son uno de los alimentos que más atención han recibido recientemente.

2. Efectos positivos del consumo de setas en el sistema inmunitario

A. La cantidad de nutrientes que contienen las setas

Tanto los antioxidantes como los polisacáridos son esenciales para mantener un sistema inmunitario sano, y las setas son una fuente excelente de ambas sustancias. La vitamina D, el selenio y el cobre son tres de las vitaminas y minerales vitales que se encuentran en las setas. Las setas también contienen otras vitaminas y minerales importantes para mantener una respuesta inmunológica sana.

Compuestos de las setas que refuerzan el sistema inmunitario

Además del valor nutritivo que aportan, muchos tipos de setas también contienen sustancias químicas particulares que se ha demostrado que refuerzan el sistema inmunitario. Por ejemplo, los betaglucanos son un tipo de polisacárido que se encuentra en las setas. Se ha demostrado que estos betaglucanos estimulan el sistema inmunitario y mejoran su capacidad de reacción ante agentes infecciosos. Las lectinas son otro tipo de sustancias químicas que pueden encontrarse en los hongos, y las investigaciones han revelado que poseen capacidades antibacterianas y antivirales.

El consumo de setas y su influencia en el sistema inmunitario

Se ha comprobado que el consumo de setas tiene efectos beneficiosos sobre la función inmunológica en una serie de estudios de investigación que incluyen tanto a animales como a personas. En una investigación realizada con ratones se utilizó como ejemplo una infección bacteriana. Los ratones recibieron setas shiitake como suplemento dietético, lo que aumentó su capacidad para protegerse de la enfermedad. Del mismo modo, investigaciones realizadas en seres humanos han revelado que el consumo de setas maitake puede aumentar el número de células del sistema inmunitario presentes en la sangre.

III. Diferentes variedades de setas y sus efectos sobre el sistema inmunitario

A. Setas comunes conocidas por reforzar el sistema inmunitario

Hay varios tipos de setas que se ingieren regularmente y que han demostrado tener cualidades que refuerzan el sistema inmunitario. Entre ellas se encuentran las setas shiitake, maitake y reishi, entre otras. Se ha demostrado que las setas shiitake, por ejemplo, contienen efectos antivirales y también favorecen el desarrollo de las células del sistema inmunitario. Los betaglucanos y los polisacáridos son sólo dos de las muchas sustancias que se han identificado en las setas maitake y que han demostrado ser beneficiosas para el sistema inmunitario.

B. Hongos medicinales que tienen propiedades que refuerzan el sistema inmunitario

Hay una serie de hongos medicinales que se han utilizado para el apoyo de lasistema inmunitario durante mucho tiempo. Estos hongos se suman a los típicos hongos comestibles. Entre ellas se encuentran el chaga y el cordyceps, que contienen sustancias químicas que se ha demostrado que refuerzan el sistema inmunitario. Otros ejemplos son las setas reishi y maitake. Por ejemplo, las setas chaga contienen betaglucanos y antioxidantes que han demostrado mejorar la función inmunitaria. El cordyceps, por su parte, se ha utilizado durante milenios en la medicina tradicional china debido a las características de refuerzo inmunitario que posee.

IV. Precauciones y otras consideraciones al consumir setas como complemento del sistema inmunitario

A. La importancia de identificarse y prepararse correctamente

Al ingerir setas, es esencial actuar con precaución, ya que algunas variedades pueden ser venenosas. Para reducir la posibilidad de intoxicación por setas, es fundamental identificarlas correctamente y prepararlas de la forma adecuada. Además, algunas personas pueden ser alérgicas a las setas, por lo que es esencial ser consciente de las posibles reacciones que puedan producirse.

B. Posibilidad de interacciones con otros medicamentos

Si ya está tomando algún medicamento, es esencial que consulte con un profesional médico cualificado antes de consumir setas, al igual que haría con cualquier otro suplemento dietético o alimento. Dado que es crucial estar informado de cualquier posible interacción con los fármacos antes de tomar cualquier seta, es importante saber que ciertas setas tienen el potencial de interactuar con determinados medicamentos.

5. Reflexiones finales

Desde la antigüedad, la gente ha valorado mucho las setas por el alto nivel de nutrientes que contienen y las posibles ventajas para la salud que pueden aportar. Existen pruebas que indican que las setas pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunitario. Las setas son una opción dietética variada que puede ayudar a fortalecer el sistema inmunitario o simplemente aportar nutrientes esenciales al organismo.

https://www.medicalnewstoday.com/articles/320101#In-a-nutshell

Laura Guerrero
Laura Guerrero

Literata y Especialista en Resolución de conflictos. Escritora sobre la salud, beneficios de los hongos y plantas medicinales. Practicante de medicinal y Herbolaria China, con énfasis en los beneficios de diferentes plantas y hongos a través de la Medicina Tradicional China.

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